“Esa mirada que alumbra su corazón”
¿Por donde empezar el nuevo capitulo de nuestros locos? ¿Por una tarde calurosa llena de emociones? ¿O por una actividad social un poco rara, pero emocionante a la vez? Bueno vallamos por el principio.
Nuestro cuento empezará aquella tarde, donde los dos prácticamente se convirtieron en uno. Entre abrazos y besos, no encontraban la forma de separarse y lo que eso hizo fue crear un momento único que nunca se ira de sus pensamientos. Lo mejor de este momento es que mientras este presente en sus corazones seguirán conectados como llevan conectados estos pasados meses y en esos días feos y oscuros es un momento que podrá dar luz y alegría, porque fue un momento para los dos estar solos, olvidarse de todo por un rato y dejar que sus corazones hablaran.
Desde entonces cada vez que Simón se separa de Sofia la extraña como loco, pero antes de entrar al porque, algo interesante paso. Pasarón varios días y de repente se encontraron en una actividad social (cosas que siguen pasando por casualidad). Y la verdad es que Simón nunca pensó que ella iba hacer lo primero que iba a ver tan pronto entrara por la puerta y ella no se dio cuenta en ese momento, pero ella ya andaba en sus ojos.
Pasaban las horas y el estar solos y juntos no era una opción, pero lo que hizo de esa noche pasadera fue el echo de que pudieron pasarla juntos, cercas, hablar, pero lo más mejor fue cada vez que se separaban y sus miradas se buscaban para compartir una sonrisa, compartir un abrazo, un te quiero, un besito y compartir todo el cariño que se tienen. Esa mirada que alumbra su corazón y tan pronto se acabo la noche y llegó el otro día la extrañaba tanto y tanto que su corazón empezó a “skip a beat” (de nuevo literalmente).
¿Por qué la extraña tanto? A lo mejor esta semana lo mal acostumbro un poco, a lo mejor ya quiere salir a pelear por ella, a secuestrarla, quedarse con ella, que ella se valla con el. A no tener que renunciar a ella ni por un segundo. Poder abrazarla y mirarla a sus ojos y poder decirle que dejé de pensar con la cabeza lo que es del corazón.
Ahora decirle todo esto o contarle todo esto, no para que ella se sienta mal, ni mucho menos pelear. Porque no hay ni una fibra en su ser que quiera pelear con ella, pero siente que hay cosas que se las tiene que sacar y se las quiere gritar a los cuatro vientos y unas de esas cosas es poder decirle: “¡Quiero contigo! ¡Quiero estar contigo! ¡Que sientas que cada vez que te bese la frente es porque te quiero demostrar en todo momento que quiero que estés bien y que nunca te abandonaré! ¡Quiero este FUCKING riesgo contigo! ¡Te FUCKING quiero!”
Decirle lo que una vez su amigo en común Ricky A. dijo:
ganas de besarte, de coincidir contigo, de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo, de mirarte a los ojos… y decirte bienvenida
