“¡Yo solo quiero que nunca se te olvide a ti, que nunca se te pase!”
Después de varios días de Simón estar sin Sofía, estos dos locos se volvieron a encontrar en una tarde un poco rara, por varios eventos que habían sucedido en la semana. Lo bueno de esa tarde rara, es que termino en una de las noches más espontánea y románticas para los dos. Lo más especial de esa noche fue que de una forma extraña los dos se volvieron a encontrar emocionalmente, se volvieron a enamorar, se dieron cuenta que lo que sienten es de verdad, que es un amor verdadero, puro y único.
Estuvieron juntos por una semana, una semana que los dos pensaron que iba hacer complicada, pero al parecer no lo fue y cada día fue especial y único. Unos mas que otros por diferentes razones, como por ejemplo el martes que cenaron juntos y después tuvieron una larga y apasionada conversación de todo lo que les estaba pasando, lo que podia pasar, de algunos miedos, pero al final entre besos y abrazos se dieron cuenta de lo que los dos sienten de verdad y que todo va a estar bien.
Esto nos lleva al segundo día especial, miércoles, y lo raro es que momento apareció en ese tiempo menos esperado y el mas jodón del día, mientas se despedían. Por alguna razón comenzaron hablar de nuevo de miedos y varios escenario se presentaron y Simón le decía a Sofía “que todo los miedos y preocupaciones no van hacer que yo te deje de amar ni que yo me valla de aquí. Todos tienen solución y aquí voy a estar para lo que venga.” En resumidas cuentas Simón le dejo claro que los problemas se van a ir, pero que el siempre va a estar ahí.
“¡Yo solo quiero que nunca se te olvide a ti, que nunca se te pase!” exclamaba Sofía
“Ese tren ya se fue… A mi no se me va a olvidar, nunca se me va a pasar…” comentaba Simón. “Esto es lo que quiero, a ti es que te quiero, mi vida a tu lado, compartir todas mis cosas contigo, hacer planes contigo, ¡poder visitarte al trabajo y darte un beso porque puedo! Todo lo quiero contigo, y eso lo tengo bien FUCKING claro, igual de claro que tengo que tu me haces feliz” terminaba de explicar Simón.
Finalmente llego el viernes y fue ese último día el más especial de todos, porque sin darse cuenta Simón andaba para arriba y para abajo con un pequeñín muy cool, jangueando, jugando con unos controles raros ahí y compartiendo la merienda. “¿Te tripea? preguntaba Sofía. “Me tripea mucho” le contesto Simón. A lo mejor para Sofía no fue nada del otro mundo esto, pero para Simón de algo sencillo, se convirtió en demostrarle a ella que he is all in en esta relación, que no va haber nada difícil y que siempre promete estar ahí sea en las buenas o en las malas, siempre voy estar a tu lado.
En esos últimos días Simón lleva extrañado mucho a Sofía y pensando en muchas cosas. Lo que el siente por ella cada vez crece más. Ella hace que salga lo mejor de el, el niño en el, entre risas y muecas hace que Simón se siente lleno de vida. Tiene una forma de ser que el no puede vivir sin ella, tiene una sonrisa que lo sana y cuando se da cuenta hace que el se ría cuando están entre besos.
“Solo tu y nadie mas tiene la llave de mi corazón, te has convertido en mi necesidad. Todos mis sueños bailan con tu amor. Siempre estas en mi desde aquella tarde en que te encontré, cada minuto por siempre te amare.” explicaba Simón. “Se que esto te pone a dudar, te podrás preguntar si esto es un amor eterno, si sera de verdad, pero ten bien claro mi vida que aunque esto parezca una locura y sea difícil de creer, el amor de mi vida eres tú.” concluía Simón.
“Se que nuestro futuro va a estar bien, esto va a funcionar bien, porque se que no se trata de dividir nuestras cosas a la mitad, se trata de darnos el 100% y creo que eso lo tenemos muy claro y super establecido. Así que te propongo lo siguiente: que te quedes conmigo, tirados viendo la tele, hablar y dormir. También te ofrezco olor a café los sábados por la mañana, o tal vez mejor… Olerá así todo los días de tu vida. Te prometo pequeños y grandes detalles, sorprenderte con desayunos en la cama y tardes de gorditos forever, te propongo una competencia de quien le quita el choco más rápido a una barra de Kit-Kat. Te prometo uno que otro mal rato, sabiendo que lo que viene después va hacer como volver a conocerte una y otra vez. Te ofrezco el poder de poder mirarnos y saber lo que esta pasando. También te prometo ponerte el mundo cuesta abajo para que todo te llegue rodando. A lo mejor te mencione que podamos estar 30 años, pero ¿porqué mejor no pasamos cien primaveras, cien veranos, cien otoños y cien inviernos juntos? Y tranquila si al principio el futuro se ve dudoso, lleno de miedo, juntos nos vamos a quitar el miedo y una vez empiece o continue esto lo demás que venga no los vamos imaginado por el camino.” le terminaba de confesar Simón.
